El primero de ellos consiste en no hacer fotos o incluso un vídeo en que se muestren los daños, el lugar e incluso las señales de Ceda el Paso o Stop, si las hubiera. Tomarlas lleva un momento, aunque conviene tener mucho cuidado para no entorpecer más el tráfico ni exponerte a un atropello.

No mover los vehículos

Dejar los vehículos en el mismo lugar del accidente, pudiendo moverse por sí mismos o incluso mediante un ligero empujón a mano, hará que añadamos a nuestras preocupaciones la del tráfico y la posibilidad de que alguien colisione con los vehículos accidentados. Si se pueden mover por sí mismos o desplazar unos metros ‘a empujón’, hay que apartarlos para rellenar el parte con mayor tranquilidad.

No llevar el parte… o un bolígrafo

Con las imágenes tomadas y los vehículos apartados puedes descubrir el fallo de que no lleves ningún parte amistoso en la guantera. Si no lo llevas, todavía tienes una oportunidad en caso de que lo lleve el otro afectado, ya que solo hay que rellenar un parte para los dos afectados (tienen calco y cada conductor se queda una parte). Si tampoco lo tiene puedes pedírselo a otro conductor, pero no dejes que se vaya sin rellenarlo, aunque te diga que tiene mucha prisa. Por cierto, asegúrate de tener también un bolígrafo.

Pasar por alto posibles lesiones

En ocasiones estamos tan preocupados o asustados que no damos importancia a ligeras molestias que podamos tener en cuello o espalda, y que con los días irán a más. No darle importancia y consignarlas en el apartado específico del DAA es un error, porque luego la aseguradora del vehículo culpable nos puede decir que es inusual el daño vistos los desperfectos de los automóviles y con ello negarse a costearnos el tratamiento.

No tomar datos de otros implicados y testigos

Imagina que surgen dudas sobre quién tiene la culpabilidad del accidente y otros afectados lo pueden aclarar. ¿Tomaste nota al dorso del DAA (aquí ya no se requiere calco) de sus nombres, DNI, direcciones y teléfonos? Si no lo hiciste tal vez ya no los puedas volver a localizar. También debiste haber apuntado los datos de cualquier testigo, por si fuera necesario.

No comprobar los datos

Fiarse de que el otro conductor te dé nombre, apellidos, DNI y demás datos, o dejar que los rellene él, es un acto de excesiva confianza del que puedes acabar arrepintiéndote. Lo ideal es dar ejemplo y sacar tu DNI o tu permiso de conducir (el recibo de la póliza del seguro ya no se suele llevar encima) de forma que lo vea el otro implicado, esperando que tome ejemplo y haga lo mismo antes de que acabes por solicitárselo, ya que es importante que compruebes la veracidad de sus datos.

Firmarlo antes de tiempo

Puede darse el caso de que un conductor rellene su parte del DAA y lo firme, esperando que después el otro conductor haga lo mismo. Sin embargo sólo debes firmarlo una vez que se ha rellenado todo y has comprobado que la explicación que da del accidente y de los daños el otro conductor, así como sus datos personales, son ciertos.

Dejar que la otra parte se vaya sin rellenarlo o sin firmar

Nunca cedas antes quienes te digan que no pueden rellenarlo en ese momento porque tienen mucha prisa, o quieran quedar contigo más tarde para ello. El parte se tiene que rellenar en el momento y lugar, salvo situaciones que por sentido común lo impidan (presencia de heridos, por ejemplo). Si se niega a rellenarlo o a firmar, debes llamar inmediatamente a la policía o la Guardia Civil para que se encarguen del atestado.

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